miércoles, 8 de mayo de 2013

MANUEL HEREDIA LIVERMONE

MANUEL HEREDIA LIVERMORE
Este es el cortijo donde falleció Manuel Heredia Livermore uno de los 12 hijos de la Familia.
Antes de continuar con la historia quiero agradecer  a todas aquellas personas que nos ayudaron a narrar esta historia y ayudándonos  a conseguir la información necesaria para este trabajo.





En estas, nuestras bien queridas y amadas tierras andaluzas, hubo una época en las que a nuestros antepasados les tocó vivir y a muchos de ellos sufrir, había dos clases sociales muy diferenciadas, estaban los muy ricos y poderosos y los muy pobres que se veían obligados a someterse a los muchos caprichos de estas familias todopoderosas.


      Os voy a contar hoy la historia de una de estas familias de rancio abolengo y de las más ricas y poderosas de esa época en Andalucía, se trata de la familia Heredia Livermore.




     De todos es bien sabido que la familia Heredia eran los dueños del gran Cortijo Jurado,
famoso y gran cortijo, conocido tanto por su señorial presencia arquitectónica en las proximidades de Campanillas como por la cantidad de historias y leyendas que pesan sobre él y sus moradores, destacando entre todas ellas la que afirman que esta familia cometía ritos satánicos y sexuales con niñas vírgenes de la zona. ¿Ficción o realidad?.



       La verdad es que con todas las desgracias y sufrimientos acontecidos en esta familia en la que murieron cinco hijos, ya tenían bastante como para que encima caiga sobre ellos esta leyenda negra y les acusen de multitud de crímenes realizados en el cortijo, sobre niñas de la zona.
       Pero hoy no voy a hablar sobre ésto, voy a centrarme en los herederos de esta familia,mas bien en Manuel Heredia Livermone.



       José Agustín Heredia contrajo matrimonio con Isabel Livermore, fruto de este matrimonio nacieron 12 hijos de los cuales 5 de ellos murieron siendo niños antes de que su padre muriese. Estos 5 niños se llamaban Concepción, Agustín, Matilde y dos cuyo nombre era Guillermo.



       Matilde, Concepción y Agustín, murieron ahogados en el río Guadalquivir y Guillermo se cayó de un caballo, dándose un fuerte golpe en la nuca, muriendo a los varios días del fatal accidente, el
otro Guillermo, falleció de la terrible enfermedad de la difteria.


       Viendo toda esta serie de tristes fatalidades nos damos cuenta de que el dinero y el poder no lo es todo en la vida, prosiguiendo con esta historia me centro nuevamente en el primogénito de los hijos, Manuel Heredia Livermore, nacido el 05 de septiembre de 1.817, fue educado al igual que su hermano Tomás para continuar con la saga empresarial de su padre, recibiendo una esperada y concienzuda educación en las mejores instituciones de Inglaterra y Francia.



       Manuel tuvo siempre un carácter depresivo estando siempre muy apoyado por el ambiente familiar, destacando por encima de todos a su madre, siendo ésta la persona más influyente en su vida.
       Con la influencia y apoyo de su madre, fue el creador y fundador de la empresa “Hijos de Heredia”.


         Posteriormente e influenciado nuevamente por su madre Isabel Livermore y tras haber fallecido el patriarca familiar, contrajeron matrimonio en un doble enlace matrimonial Manuel y su hermano Tomás con las hijas de Federico Grund, Trinidad y Julia Grund Cerero, el día 02 de enero de 1.848.




         Manuel Heredia tenía 31 años en el momento de la boda y Trinidad 27, emprendieron su viaje de novios acompañados de sus respectivos hermanos y a su vez cuñados Tomás y Julia, viaje que transcurrió a lo largo de toda Europa. Durante el viaje Trinidad quedó embarazada, por lo que decidieron regresar a Málaga. En su regreso, en la ciudad de Cartagena, nació su primer hijo Manuel Heredia Grund, pero al poco tiempo del nacimiento de su primogénito, otra terrible desgracia llegaba a la familia, fallecía su madre Isabel Livermore, dejando su testamento en el cual otorgaba a Trinidad Grund el mismo número de acciones de la sociedad familiar “Industria Malagueña” que al resto de sus hijos, ya que sentía un gran cariño por su nuera.



       A comienzos del año 1.852, año que fue muy complicado para el sector de los fundidores de plomo, su hermano Tomás, aprovechando un viaje de inspección a las propiedades que la familia tenía en Adra, organizó a su vuelta una cacería en Motril, ya que Manuel había recaido en otra de sus depresiones y al ser un gran apasionado de la caza, pensó que le serviría de ayuda para combatir esa depresión. En este viaje Manuel iba acompañado de sus hermanos Tomás y Enrique, por su socio Matías Huelin y por el representante para Adra de la empresa “Hijos de Heredia” el motrileño José de Burgos, quien también había acompañado meses antes de este viaje a Manuel en un viaje por Inglaterra, Escocia, Francia y Bélgica con fines empresariales, adquiriendo en Inglaterra varias máquinas para mejorar la fabricación de hierro, cobre, laton y artículos de plomo.



       Fue en la vivienda de José de Burgos del Real en Motril, donde después de una larga jornada de cacería, Manuel les decía a los allí presentes que se retiraba a su habitación a descansar, una vez allí decidió dar fin a su vida disparándose un tiro.


        Al ser avisada la familia Heredia del triste desenlace, se trasladó rápidamente a Motril, para tratar de acallar los rumores sobre el suicidio, decidiendo celebrar su entierro en Motril, de hecho en la prensa de la época como el diario “El Ancora” y con fecha 21 de febrero de 1.852, relataban el suceso como un accidente fortuito cuando Manuel estaba cargando las pistolas antes de emprender camino hacia Almuñecar, en otros periódicos su muerte se relataba con los siguientes términos:
“Parece que dejó al caballo con las bridas sueltas en un sitio peligroso y que el animal tropezó y cayó, arrojando de la silla al jinete, que fue lanzado a un horrible precipicio muriendo en el acto”.

      El hecho de intentar ocultar la verdad de su muerte por parte de la familia Heredia era muy comprensible ya que en esa época los suicidios estaban muy mal vistos y no solían celebrarse ceremonias religiosas ni funerales en su honra, además Manuel era un hombre de fuertes creencias religiosas y hubiese supuesto un gran escándalo público.


Fuente: Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra.

        Aquel fatídico sábado 31 de enero día en que decidió poner fin a sus días, Manuel tenía la edad de 35 años.


        Tras haber celebrado el funeral en Motril, sus hermanos trasladaron su cadáver embalsamado e introducido en un ataúd de plomo a Málaga por mar desde Motril, a bordo del falucho “Angelita” perteneciente a la flota de “Hijos de Heredia” y remolcado por el vapor “Martín”.



         Una vez llegados  a Málaga se realizaron las honras fúnebres y su entierro el día 04 de febrero de 1.852.


         La desaparición del mayor de los hijos de Heredia, supuso un serio revés para los negocios familiares. Pero aquí no terminan las desgracias familiares, su mujer Trinidad Grund estaba embarazada de su segundo hijo, cuando Manuel murió. Al poco tiempo del fallecimiento de su marido, dió a luz a su segundo hijo, una niña a la que bautizaron con el nombre de Manuela, pero a los seis meses de fallecer Manuel, su hijo Manuel Heredia Grund, fallecía a los tres años y medio víctima de una enfermedad parecida a la difteria.


       Tras la muerte de ambos, Trinidad Grund abandonaba las reuniones sociales, dedicándose de lleno a realizar obras de caridad y fundando el asilo de mendicidad “San Manuel” y formó parte de las instituciones benéficas más importantes de la ciudad.